¡Suerte, Chuo Torrealba!
LUIS ALFREDO RAPOZO
“Yo estoy muy contenta-decía una abuelita adeca en el mercado- que Chuo Torrealba sea el nuevo secretario de la Mesa de la Unidad Democrática. Si estoy muy contenta, porque superamos la renuncia de Ramón Guillermo Aveledo y se abre la esperanza, para rescatar la democracia y salir de esta dictadura moderna, que nos tienen los comunistas”.
-Caramba, yo me quedé observando a la matrona y descubrí que hay una resistencia que se agrupa nuevamente de los viejos luchadores con principios democráticos y observo el descontento creciente de la gente en la calle ante la desmejora de la calidad de vida y la ineficiencia gubernamental, que requiere un liderazgo; que requiere una respuesta, una posición fuerte y contundente en la calle y que enfrente los desmanes políticos, administrativos, etc., etc.
La señora se me quedó mirando mientras me vendía las verduras y los tomates -que estaban carísimos- y entonces se montó en un banquito y se lanzó un discurso que hizo
recordar los tiempos gloriosos de Jóvito Villalba en el Nuevo Circo de Caracas.
“…Con este gobierno no se puede dialogar-decía la matrona-, si protestamos pacíficamente contra cualquier cosa, nos mandan la represión; nos inventan conspiraciones; nos persiguen, nos meten presos y nos hostigan por la radio y la televisión…”
Yo pensé que la doñita era una viejita “romulera”, por la medida chiquita; que con sus ochenta años, arengaba a sus compañeros comerciantes y al tumulto de gente que se aglomeraba como si estuvieran en medio de un mitin…
“Debemos apoyar a la MUD-decía - y que se discuta todo lo que se proponga con criterios amplios, que se hable de referéndum; que se hable de Constituyente, que se hable de la renuncia de Maduro y que se prepare al pueblo para las próximas elecciones de la Asamblea y sacar por los votos a los retrógrados que tienen el país en un chiquero…”
Les digo una cosa, estimados lectores: una cosa es que yo cuente calmadamente el suceso aquí y otra es presenciar a esa señora dirigiéndose a la multitud con valentía y lágrimas en los ojos, pidiendo luchar a favor del rescate de la democracia.
“Necesitamos una Mesa de la Unidad que trabaje por restablecer la democracia. Por ello, se debe dar respuesta a todas las posiciones; discutir abiertamente, movilizar al pueblo para las elecciones y ante cualquier contingencia que se presente. La pelea es peleando, compañeros”-terminó de decir la señora-recuerdo-, entonces, se bajó de su banquito y me cobró las verduras y los tomates-.
Yo salí rápidamente del mercado, pensando cómo evadir el tráfico, pero me fui reflexionando con las palabras de esta vieja luchadora y pensé que escribiría sobre ello y colocando una conclusión sencilla al final del artículo: “Vivimos una dictadura moderna en Venezuela, eso es innegable; se debe protestar cada vez que se pueda pacíficamente y de forma inteligente, para evitar la represión inmisericorde del gobierno y debemos mantener la unidad en el combate político -eso aprendí de la viejita-.”