miércoles, 5 de noviembre de 2014

2014: MUCHA COMPOTA DE PUPU

2014: Mucha compota de ....
LUIS ALFREDO RAPOZO

Prácticamente el año se está extinguiendo. Ya se  hizo lo que se tenía que hacer, diría mi abuelo. Es obvio pensar que la gente estará sacando cuentas; evaluando la situación económica, después que el Presidente Maduro quiso cerrar el año aumentando el sueldo de la gente con un 15% al salario mínimo. Un aumento famélico que es comido por la inflación con mucha voracidad.

Es una situación realmente deprimente. Naturalmente, la gente tiene o debe pensar que la masa no está para bollos. Un pan de jamón cuesta 500 bolívares. Una docena de huevos llega a 100 Bs., y así los ejemplos sobran. Todo se va en comida. Esa es la verdad, es decir, que el gobierno de Maduro ha sido abatido por la inflación. No ha logrado encontrar el camino que le permita sacar a flote la economía.

-“Es que este gobierno es torpe. Ya se sabe que la revolución socialista es un fracaso; ya se sabe que este sistema implantado por Chávez y seguido por Maduro no sirve y no tienen la voluntad e inteligencia para reconocer el desmadre y cambiar de rumbo”-me contaba mi viejo profesor de economía política, quien es un guerrillero de los sesenta y ha tirado toalla con semejante paliza y enseñanza de lo que no debe hacerse en la sociedad, en la política y en la economía-.

-Efectivamente, mi estimado profesor-le dije a mi encanecido preceptor-, la pequeña y mediana industria está pasando hambre; han cerrado como 4000 empresas, que no es tontería; ha aumentado el trabajo informal, la producción de cualquier producto agropecuario, manufacturero, brilla por su escasez; los importadores bajan la Santamaría y en consecuencia es difícil conseguir repuestos de cualquier ramo…Yo creo-que ya no tenemos que envidiarle mucho a Cuba, pues las colas para conseguir un alimento, nos recuerdan la tragedia de la post guerra, o la miseria de cualquier régimen comunista en cualquier parte. Esta mañana en un supermercado del este de Caracas, vi como las amas de casa hacían cola para comprar un shampoo para el cabello, sin importarle calidad, ni preferencia. “Agarrando aunque sea fallo, mijo”-me dijo una bella señora de clase media-.

Naturalmente, los cercanos al gobierno-que por cierto andan llenos de dólares de extraña procedencia y eso hay que decirlo, duela a quien le duela-, no pueden entender lo que se está viviendo en las calles; entonces,  se tragan y repiten como loros  toda esa cursilería verbal “que…tenemos una guerra económica; que tenemos un ataque feroz del capitalismo internacional; que la oligarquía y el paramilitarismo tienen un inmisericorde combate, etc., etc.” Mientras ellos viven las mieles del poder, nadan en la corrupción más espantosa y detestable habida en todos los tiempos, usan los medios del Estado hasta para ir a una clínica en el extranjero y sacar a su suegra a pasear con la niñera, demostrando que la boliburguesía no es un cuento de caminos.
-¿Y que opinas de la revolución?-me pregunta mi viejo profesor-
-Como decía el mismo Chávez: “Es una compota de p…”-le respondí-

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