Se solicita: Presidente serio.
LUIS ALFREDO RAPOZO
Ahora resulta que “la clase obrera gobiernera” le ha pedido a Maduro que aumente la gasolina. Y entonces, Maduro aceptó la propuesta, aunque haciendo el énfasis que no hay apuro: “Yo te aviso chirulí”, dijo mi abuelita.
Por supuesto, que es un manejo politiquero del tema y yo diría que hasta irresponsable: Me refiero a esa manera de manejar los problemas como si estuviera dando un mitin en un mercado libre, tomando decisiones sin discutir en ninguna parte, con la gente diversa que se supone vive, trabaja, y padece en Venezuela; sin discutir en la asamblea, ni con los sectores económicos, etc., etc. Es decir, que el dialogo brilla por su ausencia, gracias a la actitud solidaria de la clase obrera, quienes piden aumento de la gasolina y en consecuencia del precio de los pasajes y todo lo que conlleva mover un bulto de un lugar a otro: Primera vez-que recuerde- que veo a la clase obrera pidiendo alegremente el aumento de los precios en el pasaje, como si fuera un jarabe dulce.
Cualquier jipato que piense y medite sobre los problemas que atravesamos actualmente, entiende perfectamente que ante el desastre de gestión de gobierno que tenemos con esta llamada revolución, se debe tomar acciones duras para tratar de enfrentar la crisis económica, administrativa, social y hasta política, innegable que tenemos, pero no de esa manera tan esquiva y poco seria.
Y es, que tenemos que hablar de otros asuntos conexos que deben ponerse sobre la mesa como por ejemplo los gastos que hace el gobierno usando partidas misteriosas; derroche de dinero, abuso en el manejo de los bienes del Estado empezando con viajecitos de niñeras en avioncitos Express, compra de armamento, subsidio de petróleo a otros países, y un largo etcétera que da pena mencionar por lo cuantioso del derroche y lo perverso en el manejo de la economía. ¿Cuánto gasta el presidente arreglándose el bigote para aparecer en largas cadenas de televisión perdiendo el tiempo?-se pregunta mi abuelita-.
El asunto no es tontería. Pero, sabemos que el gobierno no va a reconocer sus errores; sabemos que el gobierno no va a reconsiderar su mala relación con los sectores productivos , si todos los días insulta y le echa leña a la candela echando la culpa a la guerra económica, al imperialismo, a la oligarquía y pare de contar.
Maduro no reconoce que han metido al país en un callejón y quiere resolver el asunto pidiendo prestado a los chinos, a los rusos y quién sabe a quién más. Dice que la revolución continuará truene o relampaguee. Pero, eso no lo aguanta nadie: La inflación está presionando la vida de una manera tan intensa, que la gente transpira angustia.
Las reservas internacionales están en el piso; la industria petrolera parece un barco viejo que se hunde en alta mar, la escasez es el pan nuestro de cada día, las empresas andan cerrando y el gobierno no se enfrenta a la realidad con criterios modernos.
-No hijo-me dice la abuela-, necesitamos un presidente, que gobierne con inteligencia.
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