¿Hambruna en Uchire?
Luís Alfredo Rapozo
Si hablamos de hambruna en Uchire y tratamos de definir el asunto, debemos reconocer que no hay hambruna. La cosa es muy sencilla, para que exista hambruna debemos verificar que haya víctimas del hambre y que fallezcan por ese concepto.
Sin embargo, hay un asunto nuevo en el panorama, que comienza a asomar la cabeza en el panorama nacional. Mi amiga Elena Antonia Dianda, docente que trabaja en el Alto Llano Venezolano (Apure), me cuenta que “…es terrible… mi sobrina es docente en la zona indígena, dice que es muy triste, los niños prácticamente solo comen en las escuelas y las bodegas están vacías, fíjate Rapozo que 1kg d fríjol, que es lo que más consumen, vale250 Bs. y un topocho 30 Bs. ¿De donde sacan dinero, esa pobre gente para tanto? –Se pregunta Dianda-. ..”
Mi amigo Héctor Ochoa, abogado y compositor de Altagracia de Orituco, me cuenta que “…el desabastecimiento en el Guárico es sencillamente devastador…”
En Yaracuy, mi querida sobrina Keyla Yarzagaray, me dice que en todo el estado, sucede algo parecido y en los establecimientos no se consigue suficiente comida y los bachaqueros venden más cara la comida en su mismo domicilio, como si fuera un favor que le hacen a los amigos. Además, me cuenta –Keyla-, que para comprar debe ir a Caracas o Barquisimeto, es decir, recorrer muchos kilómetros para hacer mercado.
En Uchire, pude verificar que las carnicerías están más peladas que rodilla de chivo y es que los carniceros no pueden vender a un precio regulado, ya que no consiguen en ninguna parte un proveedor que venda el kilo de carne a menos de 300 Bs. Entonces, carne, no hay.
Mi amigo Tomás Vegas en Uchire, me cuenta que tuvo que llegarse a San José de Guaribe y adquirir unas gallinas vivas para tener carne en su plato. ¿Es increíble, verdad?
Mi comadre Petra María en Uchire, dice que todas las semanas llega comida. Hacen sus colas y obtienen estrictamente lo necesario. Solo unos pocos afortunados con palabra, dinero y usando sus credenciales logran obtener comida adicional por la puerta de atrás y conversando con los camioneros.
En el local de acopio pesquero a veces no se consigue pescado, y cuando tienen existencia en sus neveras, pues presentan un alto precio y los camiones cavas refrigerados se los llevan buscando mejores precios y mayores ingresos.
Yo tuve a oportunidad de inspeccionarle la nevera a mi querida comadre Petra María y pude verificar que estaba tan pelada, tan pelada…que solo así se podía explicar el cuadro de desnutrición de mis ahijados, la delgadez de mi comadre y los ojos tristes y apagados de mi compadre, quién no consigue empleo estable, ni ingresos permanentes, que le ayude a mantener a su familia con buen nivel de vida.
No hay hambruna es verdad, pero la cosa está muy fea, con gente pasando hambre y en proceso de desnutrición. Solo esperan que la campaña electoral se caliente lo más rápido posible, para que el gobierno se ponga las pilas; realice operativos en el estadium y venda productos baratos.
Me dijo que si esta situación económica no mejora, pues…vendrán medidas drásticas para buscar la manera de sobrevivir, así se tengan que comer al compadre.
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